sábado, 5 de mayo de 2012


Oración por Marilyn Monroe




Señor

recibe a esta muchacha conocida en toda la tierra con el nombre de

        Marilyn Monroe

aunque ése no era su verdadero nombre

(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a

        los  9 años

y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)

y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje

sin su Agente de Prensa

sin fotógrafos y sin firmar autógrafos

sola como un astronauta frente a la noche espacial.



Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia

        (según cuenta el Time)

ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo

y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.

Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.

Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno

pero también algo más que eso...

Las cabezas son los admiradores, es claro

        (la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).

Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.

El templo -de mármol y oro- es el templo de su cuerpo

en el que está el Hijo del hombre con un látigo en la mano

expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox

que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.





Señor

en este mundo contaminado de pecados y radioactividad

Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda.

Que como toda empleadita de tienda soñó ser estrella de cine.

Y su sueño de realidad (pero como la realidad del tecnicolor).

Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos

-El de nuestras vidas- Y era el script absurdo.

Perdónala Señor y perdónanos a nosotros

por nuestra 20th Century

por esta Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.



Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes

para la tristeza de no ser santos

        se le recomendó el Psicoanálisis.

Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara

y el odio al maquillaje -insistiendo en maquillarse en cada escena-

y cómo se fue haciendo mayor el horror

y mayor la impuntualidad a los estudios.

Como toda empleadita de tienda

soñó ser estrella de cine.

Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva.



Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados

que cuando se abrieron los ojos

se descubre que fue bajo reflectores y apagan los reflectores!

y desmontan las dos paredes del aposento (era un ser cinematográfico)

mientras el Director se aleja con su libreta porque la escena ya fue tomada.

O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río

la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de Windsor

        vistos en la salida del apartamento miserable.



La película terminó sin el beso final.

La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.

Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.

Fue

como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga

y oye tan sólo la voz de un disco que le diche: Wrong Number

O como alguien que herido por los gangsters

alarga la mano a un teléfono desconectado.



Señor

quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar

y no llamó (y tal vez no era nadie

o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de Los Angeles)

                               contesta Tú el teléfono!



Ernesto Cardenal

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