viernes, 9 de septiembre de 2011

NUESTRAS VERDADES
  
   Hay verdades que deben decirse con voz grave. Hay verdades que no se dicen, o que se ocultan. Hay también, verdades que encierran mentiras, que nacen torcidas aunque se las diga con la mejor voz, con el discurso más convincente, pero tarde o temprano la mentira queda al descubierto.
   A veces necesitamos quitarles todo dramatismo y decirlas con una sonrisa en los labios, porque en definitiva toda verdad, incluso aquellas que nacen gorditas y vitales, son una verdad a medias. Toda afirmación concluyente encierra una mentira; y en toda mentira, por más grande que sea, hay una verdad aunque pequeñita y flacuchenta queriendo salir.
   Nos gusta escribir cuentos, y a veces hacerlo desde el que persigue como único objetivo el divertir al ocasional escucha. Para ello Wilson con su juventud, ha aportado algunas ideas frescas aunque ingenuas, que Aldo con sus años a cuestas ha intentado encauzar.
   Uno es enérgico y casi nunca ríe, el otro es jovial y se toma la vida en broma.
   Los dos a su modo creen en pocas cosas, y mucho menos que haya verdades terminantes y mentiras tan grandes que no encierren algo creíble.
Aldo, o Wilson no recordamos bien, aportó las mejores ideas, y Wilson, o Aldo le sumó algunas otras y nos pusimos a escribir.
   La única verdad es que los dos nacieron el siglo pasado, que viven aquí, y que  seguirán contando sus Verdades a Medias de la manera más convincente posible.
   Usted dirá quien miente y quien no.


Wilson Armas Castro
Aldo Difilippo


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